jueves, 26 de septiembre de 2019

¿QUÉ LE PASA A MI HIJO...?

A veces observamos conductas en nuestros hijos que no nos gustan y/o nos sacan de quicio. 

No sabemos cómo actuar ante esas conductas que nos molestan,  hay padres con niños muy pequeños que dan por perdida la batalla.

Responder adecuadamente es difícil, pero no imposible. Debemos incorporar estrategias de modificación de conducta, acompañadas siempre de amor, diálogo y firmeza.


Desde muy pequeños los niños son conscientes de las consecuencias de sus conductas, si una conducta inadecuada la reforzamos, nos va a ser muy difícil cambiarla, hay que actuar con premura y ser firmes en nuestras decisiones. Nuestros hijos necesitan límites para sentirse seguros.




¿QUÉ PODEMOS HACER ANTE…?

CONTESTACIONES Y/O CONDUCTAS INDEBIDAS:

No responder con enfado, no podemos pedir calma si estamos gritando. Debemos decirle que lo que ha hecho no está bien y que ese comportamiento va a tener una consecuencia, por ejemplo, no ver los dibujos, no ir al parque… las consecuencias tienen que ser fáciles de cumplir, no podemos decir al niño que va a estar dos meses sin ver los dibujos, porque además de ser un castigo exagerado, es difícil de mantener por la duración. Tampoco podemos decirle  “no te voy a dejar que vayas al cumpleaños de fulanito”, que es dentro de dos meses, porque seguramente cuando llegue la fecha, se nos habrá olvidado el castigo. Mejor inmediatez entre la conducta inadecuada y la consecuencia.

Si la conducta se repite en el tiempo, debemos de llegar con él a una serie de acuerdos, es positivo utilizar una tabla de conducta.
El niño tiene que participar en la elaboración de esa tabla, identificar sus propias conductas inapropiadas y proponer consecuencias y recompensas.
Con constancia y firmeza conseguiremos eliminarlas


LLOROS/ PATALETAS    

En ocasiones los niños lloran sin ningún motivo aparente, solo por llamar la atención o conseguir algo. Cuando el lloro es por alguno de estos motivos, lo mejor es, ignorar el lloriqueo. Si admitimos los lloros,  reforzamos esa conducta.

Nunca acceda a una petición que vaya acompañada de lloros. Dígales que vuelva a pedirlo más tarde pero en un tono normal. En estas situaciones los padres debemos mostrar resistencia al chantaje emocional, los niños son capaces de pasar mucho tiempo llorando, hasta conseguir lo que quieren, ahí es cuando debemos mostrar firmeza, en el momento que cedemos les hacemos saber que simplemente llorando pueden conseguir lo que quieran.




EL DRAMA DE IRSE A LA CAMA

Muchos padres temen el momento de llevar a la cama a sus hijos, porque suponen 
verdaderas pesadillas para ellos, parece que nunca tienen sueño, quieren quedarse viendo la tele o irse a la cama con sus padres.

 ¿Qué debemos hacer?

Debemos crear una rutina previa  para irse a la cama, por ejemplo, baño, cena en familia, lectura de cuentos, que nos cuente el niño cuentos… Debemos hacer que los momentos antes de ir a dormir sean agradables y muy apetecibles para el niño…
Como cualquier otra rutina, cuesta que se establezca pero una vez que el niño la crea, se mantiene en el tiempo y él mismo pide ir a dormir.


¿CÓMO BUSCAR UNA RAZONABLE FELICIDAD FAMILIAR?

-  Deje que sus hijos le enseñen a ser alegre y divertido.

-  Establezca reuniones familiares para resolver las dificultades. Aproveche las horas de la comida y la cena para apagar la tele y charlar en familia.

Busque tiempo para la diversión. En ocasiones pensamos que tenemos que ser superpadres y supermadres, trabajar, tener la casa limpia, ser buen cocinero o cocinera, hacer la compra,  ir al gimnasio, salir al parque, llevar a nuestros hijos a extraescolares, jugar con ellos…. Todo esto nos produce un gran estrés, debemos ser realistas y priorizar, siempre dejando un tiempo para nuestra familia y para nosotros mismos. Debemos darnos la oportunidad de quedar satisfechos de lo que hemos hecho y olvidar el sentimiento de culpabilidad que  provocan las cosas que no hemos podido hacer.



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