MOLASBLOG ORIENTACIÓN: SESIONES DE AL: Retraso Simple del Lenguaje

Buenos días familias,

¡Vamos a por el martes! Hoy vamos a hablar del Retraso Simple del Lenguaje (RSL).

¿Qué es?

Es un Trastorno Específico del Lenguaje que afecta fundamentalmente a la expresión del niño aunque también pueden existir carencias importantes a nivel comprensivo.

¿Cómo se manifiesta?

Se refleja a través de un retardo en la adquisición del lenguaje de forma muy aparente. Aunque más lentamente, sigue los estándares sin saltarse ninguna de las etapas necesarias para su evolución. Por ejemplo, las primeras palabras podrían aparecer alrededor de los dos años cuando se suelen manifestar más o menos al año de vida. Por lo tanto, al igual que al comienzo, el resto de las adquisiciones se realizarán con retardos temporales.

¿Cómo diagnosticarlo?

En primer lugar, se deben descartar otros problemas que pueden estar afectando al desarrollo de su lenguaje. Por ejemplo: sordera, Trastornos del Espectro Autista (TEA), Déficit motores o cognitivos...

Una vez descartados otros factores y habiendo sido observado por los profesionales oportunos, si el lenguaje del niño es inmaduro pero se manifiesta en el orden esperado, el pedriatra nos recomendará si debemos contactar con un centro de atención temprana, logopeda o maestra/o de audición y lenguaje.

¿De qué forma puedo ayudar a mi hijo/a para superar esta dificultad?

En primer lugar, es importante saber que maestros, especialistas y familia debemos de ir en la misma línea de trabajo ya que la evolución no será la esperada de no ser así. Por tanto, deseo aportaros unas pautas básicas que nos servirán no sólo para los niños con RSL, también nos sirven para estimular el lenguaje en las primeras etapas en niños sin ninguna dificultad.

No anticiparse a las demandas del niño, dejar que ellos pidan lo que desean. No completar sus frases.
Prestar atención a sus demandas y no ridiculizar errores al hablar.
Retirar el biberón y el chupete antes del año de vida.
Mantener el triturado como forma prioritaria de alimentación.
Vocalizar de forma adecuada y hablar de forma pausada con el fin de ser modelos para él o ella.
Dedicar tiempo en casa para fomentar el diálogo, crear momentos distendidos y agradables como rutina.
Llamar a las cosas por su nombre, por ejemplo: no se llama tete sino chupete.
Fomentar el entorno social del niño, propiciar diversidad de ambientes con el objetivo de que puedan relacionarse con otros niños de su edad como la guardería, ludoteca.
Corregir sus errores con cariño, no evitarlos ni darles demasiada importancia.