viernes, 11 de enero de 2019

FORMACIÓN DE GRUPOS Y DISLALIAS: ORIENTACIONES PARA LAS FAMILIAS.

Estimados padres,
Comenzamos este nuevo trimestre con las pilas bien recargadas. Durante esta semana, nos hemos focalizado en la formación de nuevos grupos y la semana que viene daremos la bienvenida a los alumnos que se incorporan a nuestras sesiones. 
Al mismo tiempo, comenzaremos de nuevo con los Talleres de Estimulación del Lenguaje Oral (T.E.L.O) en los que nos centraremos en la discriminación auditiva y visual. ¡Todos tenemos muchas ganas!
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Por otro lado, deseo aprovechar la ocasión para aportaros una serie de recomendaciones básicas que puedan ayudar a propiciar situaciones adecuadas para la estimulación de lenguaje oral y el tratamiento de las dislalias (dificultades en las pronunciaciones de determinados fonemas). Dichas pautas están basadas en mi experiencia profesional ligada a las aportaciones de importantes grupos de trabajo como: Orientación Andújar y Logopedia Escolar de Asturias.
1.     Busque tiempo para mantener conversaciones diarias con su hijo/a: a la hora de la merienda, la cena o cualquier otro momento que disponga para hablar sólo con él/ella. Provoque situaciones de dialogo, suscite preguntas... y siempre que pueda relacione estas situaciones dentro de un entorno de juego y descubrimiento. No utilice en demasía las preguntas con respuestas cerradas de si o no.
2.  Es muy importante que el/la niño/a tenga necesidad de hablar, es decir, que compruebe que no se conforman con sus gestos y que necesitan escucharlo. Por esta razón, no debemos adelantarnos a darle las respuesta y buscar que pida verbalmente lo que reclama. Es mejor no hacer caso cuando lo señale con el dedo ni adelantarse o concluir las palabras o frases que le cueste decirnos, interesa que hable aunque todavía no lo haga de forma correcta.
3.  No le hable con “lenguaje infantilizado”, ni utilice vocabulario complicado o sostenga conversaciones superiores a su edad, denomine cada realidad con su concepto correspondiente, buscando la adecuación a la conversación. Todo ello sin exigirle un esfuerzo que no sea capaz de realizar. Buscamos que el/la niño/a no tenga sentimientos de impotencia o podremos conseguir que se niegue a hablar.
4.  Dotarle de toda la autonomía posible, huyendo de conductas excesivamente proteccionistas. Por ejemplo: darle de comer o tomar el biberón cuando es capaz de hacerlo por sí mismo. Puede que, de forma inconsciente, haga la siguiente lectura de la situación: “Si me dan todavía el biberón es porque soy pequeño; entonces debo seguir hablando como un niño pequeño…” Eliminar el uso de chupete y de los biberones, si es el caso. Favorecen las degluciones atípicas, los modelos erróneos de respiración y las imprecisiones articulatorias.
5.    Si su hijo/a persiste en pronunciar una palabra de forma incorrecta no le atosigue, pero recuérdele –repitiéndola bien usted- como es la pronunciación correcta, es necesario que entienda que su pronunciación no es la adecuada pero sin cortar sus intentos. Se trata de una corrección indirecta, por ejemplo: Si dice: “Me dele la tateta”, podemos responder: Ah, te duele la cabeza, ¿En qué sitio de la cabeza te duele?.
6.    Acepte con alegría y manifieste su emoción hacia  todos los intentos de mejora de articulación que haga su hijo/a, así potenciará sus intervenciones. Es fundamental transmitirle tranquilidad y confianza.
7.   Recuerde que superar sus dificultades va a llevar un proceso, no desespere ni se muestre desanimado con él/ella. También evite las comparaciones con otras personas de su edad. Recuerde que cada persona es única y que su evolución y tiempo de maduración podrá ser similar pero nunca idéntico.
A través de la coordinación de toda la comunidad educativa conseguiremos grandes logros en la evolución del niño/a.
Os deseo un buen fin de semana.
Un saludo,
María Luisa Zarza Ortiz
Maestra AL y PT.